6 de junio de 2008

Ángela (fragmento)

"...asomó la cabeza por la ventana y sintió el aire frío, en la cara y en los brazos. El piso doce tembleteó ligeramente. Y luego se quedó quieto, otra vez. Sintió un poco de miedo y un poco de ganas de tirarse hacia las pequeñas luces que se divisaban, todas inmóviles, como expresión de algo muerto, y aún así, símbolos cada una, de unas vidas ajenas. La ventana le daba ese chance; subir 1, 2, 3 barrotes; arrojarse en un viaje rápido y emocionante, hasta que ¡plas! luces y miedo y edificios y emoción y vida se hicieran pedacitos. Vio la quietud tensa de los edificios y las luces, (unas amarillas, otras rojizas como manchas de sol), como si de un segundo a otro fueran a derrumbarse unos y a apagarse las otras. Y de pronto recordó lo que era dormir al lado de aquella mujer, esa sensación incompartida o no, de protección y de violencia, tensa y a la vez tan inmóvil, que parecía un delicado y febril entramado de sentimientos y estados: estados anímicos y estados corporales, puestos en equilibrio por alguna especie de azar indescifrable (una noche de alcohol, o de baile, una palabra o una frase eficaces, una mirada -o dos-, cómplice o no, que accede a la penetración feroz de sí misma, un entregarse inexplicable que ya no era cuestión de whisky o de palabras, sino de un misterio profundo y terrible, de esos que causan terror ya no más que bordeándolos). Las consecuencias de tales azares, frágiles y fugaces (en la fugacidad se constataba lo frágil, en la fragilidad ya se intuía lo fugaz) llevaban a la curiosa situación de estar poseso y ser poseedor, de oler el cabello, a veces terso, a veces grueso y enmarañado, a veces claro, a veces oscuro, de sujetar las manos, los brazos, el torso, el vientre, los senos, de abrazarlos; pero también de ser sujeto, de fundirse con todo ello, en el acto estúpido y simple, de cerrar los ojos y no pensar más (a veces ni siquiera sentir, sino algún otro grado de percepción, sutil e incluso ausente, ido ya, y aún así, ahí, más puro y más real que cualquier otro ahí...)"


"in the deepest ocean
the bottom of the sea
your eyes,
they turn me"

"I've watched the stars fall silent, from your eyes...all the sights that i have seen..."

1 comentario:

Ian Karuna dijo...

Navegante al compás de los relámpagos. Se llega a buenas tierras en tu carabela.